¿Qué son los quinchos cerrados sencillos?
Un quincho cerrado sencillo es un espacio techado y con cerramientos laterales (generalmente de vidrio, madera o chapa), pensado originalmente para asados o reuniones al aire libre. A diferencia de los quinchos tradicionales y más elaborados, estos tienen estructuras modestas y diseños básicos, lo que los hace económicos y fáciles de montar.
No necesitas ser arquitecto ni gastar una fortuna para tener uno. De hecho, muchos optan por construirlos con materiales reciclados o modulares. La idea clave detrás de los quinchos cerrados sencillos es funcionalidad sin pretensión.
Ventajas de tener un quincho cerrado sencillo
Aquí van razones prácticas para considerar uno:
Uso todo el año: Invierno, verano o temporada de lluvias, seguirás usando el quincho. Privacidad: Los cerramientos mantienen el ruido dentro y las miradas fuera. Versatilidad: Puede ser comedor, gimnasio, oficina o zona de juegos. Fácil mantenimiento: Menos detalles estructurales significa una limpieza más rápida. Aumento del valor de la propiedad: Suma metros útiles y atractivo para futuros compradores.
Materiales comunes y opciones de cerramiento
El corazón del concepto “sencillo” está en la elección de materiales económicos, funcionales y fáciles de instalar. Algunos de los más usados son:
Estructura: madera tratada, perfiles metálicos livianos o hierro pintado. Techos: chapas acanaladas, policarbonato o incluso toldos rígidos. Laterales: cortinas cristal, vidrio corredizo, paneles de lona o rejas desmontables.
La clave es elegir algo que se adapte al clima de tu zona, tus hábitos y presupuesto.
Diseño: menos es más
Cuando apostás por lo simple, el diseño también sigue esa lógica. Los quinchos cerrados sencillos suelen tener líneas rectas, techos a un agua y pocos aditamentos. Eliminan lo innecesario para enfocarse en la funcionalidad.
Aun así, eso no significa que tengas que renunciar al estilo. Unos muebles bien escogidos, iluminación cálida y algo de vegetación pueden levantar incluso el espacio más básico.
Usos prácticos para quinchos cerrados sencillos
Aunque nacen con un espíritu parrillero, estos espacios tienen muchos otros usos reales:
Zona de trabajo remota: Separado del hogar pero dentro del terreno. Espacio social: Comedor alternativo o rincón chill para amigos. Estudio para hobbies: Desde pintura hasta carpintería o yoga. Depósito organizado: Si agregás estanterías, suma espacio de guardado limpio.
El punto está en adaptarlo a tus necesidades sin sobrecargarlo.
Claves para construir tu propio quincho sencillo
Tenés ganas, un poco de espacio libre y algo de presupuesto bajo control. Entonces, seguí estos pasos básicos:
- Definí el tamaño: No tiene que ser gigante. Incluso con 3×3 metros hacés maravillas.
- Respetá normativas locales: Algunos municipios exigen permisos o restricciones por linderos. Chequeá antes.
- Optimizá el drenaje y la ventilación: Los errores en estos puntos traen problemas después.
- Instalá buena iluminación y enchufes básicos: Pensás que no los usarás pero después los vas a agradecer.
- Elegí cerramientos retráctiles si podés: Dan flexibilidad para usar el quincho como lugar abierto con buen clima.
Inspiración: ideas simples que funcionan
Si querés inspiración realista, pensá en estas opciones:
Estructura de madera y techo de policarbonato con cortinas transparentes enrollables. Quincho de chapa negra estilo industrial con pared lateral deslizante. Espacio tipo galería con perfiles metálicos y cerramiento de vidrio antiguo reciclado. Modular de madera y lona impermeable apoyado contra la pared del fondo.
Ninguno cuesta una fortuna y todos permiten personalizar con detalles al gusto.
¿Vale la pena invertir en un quincho cerrado sencillo?
Sí, si necesitas sumar metros aprovechables sin meterte en reformas importantes o costosas. Soluciona rápido la falta de espacio cubierto y le da utilidad a rincones desaprovechados del jardín o patio.
Además, podés hacerlo por etapas. Primero el techo, luego las paredes. No hay obligación de terminarlo todo de una.
Conclusión
Los quinchos cerrados sencillos combinan funcionalidad, bajo costo y adaptabilidad. Son una respuesta concreta a la necesidad de aprovechar espacios exteriores sin grandes complicaciones. Ya sea como comedor semanal, taller creativo o refugio personal, podés tener uno sin depender de arquitectos o presupuestos altos. Pensalo como una construcción con sentido común: lo justo, lo necesario, y lo que realmente vas a usar.


